
La inteligencia artificial a menudo plantea preocupaciones sobre la privacidad, la parcialidad y el engaño en áreas como el reconocimiento facial y los vídeos falsos. Pero, en medio del brote del novedoso coronavirus, algunas compañías de tecnología y científicos buscan en la IA un impacto positivo.
¿Qué es la inteligencia artificial?
Este término es algo que nos suena a la mayoría de nosotros, pero en muchas ocasiones no sabemos con exactitud lo qué es y para lo que realmente sirve. Bien, pues vamos a explicar brevemente qué es este término que a día de hoy puede ser capapz de salvar vidas.
La inteligencia artificial (IA) es la inteligencia llevada a cabo por máquinas. En ciencias de la computación, una máquina «inteligente» ideal es un agente flexible que percibe su entorno y lleva a cabo acciones que maximicen sus posibilidades de éxito en algún objetivo o tarea. Coloquialmente, el término inteligencia artificial se aplica cuando una máquina imita las funciones «cognitivas» que los humanos asocian con otras mentes humanas, como por ejemplo: «percibir», «razonar», «aprender» y «resolver problemas».
«La IA y la alta tecnología en general han recibido algo de mala reputación últimamente, pero esta crisis muestra cómo la IA puede potencialmente hacer un mundo de bien», dijo Oren Etzioni, CEO del Instituto Allen para la Inteligencia Artificial (AI2) de Seattle y profesor de ciencias de la computación de la Universidad de Washington.
Etzioni habló en una llamada el lunes organizada por la Oficina de Política de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca, como parte de un anuncio de un proyecto llamado COVID-19 Open Research Dataset.
La Casa Blanca anunció la iniciativa junto con una coalición que incluye a AI2, la Iniciativa Chan Zuckerberg, el Centro de Seguridad y Tecnología Emergente de la Universidad de Georgetown, Microsoft Research, la Biblioteca Nacional de Medicina y Kaggle, la comunidad de aprendizaje automático y ciencia de datos propiedad de Google.
Después del proyecto de colaboración anunciado por la Casa Blanca el pasado 16 de marzo con las compañías tecnológicas, el departamento de investigación de Microsoft, la Biblioteca Nacional de Medicina
de Estados Unidos y el Instituto Allen para la Inteligencia Artificial, es lo que se va a hacer, por vez primera, con los 29.000 informes sobre la Covid-19 elaborados desde que se descubrió el brote. Todo ello con un fin común a todos los investigadores: acelerar los conocimientos sobre el nuevo virus y abrir vías para
combatirlo lo más rápidamente posible.
“Hay un increíble volumen de datos en los medios de comunicación, en las redes sociales, en los blogs, en las búsquedas de Google…”, dice John Brownstein, director de Innovación de la facultad de Medicina de Harvard y
experto en Minería de la Información, que pueden ser útiles en la lucha contra el coronavirus. Y ahí están la inteligencia artificial y sus algoritmos para analizarlos rápidamente.

España a su vez ha aportado su granito de arena en esta lucha contra el COVID-19. En España se han creado apps para seguir la evolución del coronavirus y atender a los afectados. Es el caso de Stop COVID Cat-19, que contribuirá a detectar la enfermedad, hacer un seguimiento de los pacientes, ver cómo evoluciona la pandemia en Catalunya (crea mapas de calor a nivel general y localizados por población) , y favorecer mejor la toma de decisiones. En Madrid, coronamadrid.com, una web que se convertirá en aplicación, que solicita como la anterior consentimiento para conocer la localización del usuario, ofrecerá medidas preventivas y de evolución en cada momento.
Así, la división Deep Mind de Google ha utilizado sus últimos algoritmos y su poder de computación para intentar comprender las proteínas que podrían formar el virus y ayudar a las farmacéuticas a proporcionar tratamientos.
Benevolent, que utiliza la Inteligencia Artificial para desarrollar medicamentos para las enfermedades más complejas, está concentrando ahora sus esfuerzos en el coronavirus. Es la primera vez que esta compañía orienta su producto a una enfermedad infecciosa. A las pocas semanas de conocerse el brote, Benevolent ya utilizaba su capacidad predictiva para proponer medicamentos. Además, y como su velocidad para ejecutar cálculos y modelar soluciones es mucho más rápida que el procesamiento habitual, los investigadores están utilizando los recursos de computación en la nube y las supercomputadoras de varias empresas tecnológicas para acelerar el desarrollo de una vacuna, que ya se anuncia para el 2021.
El momento de la robótica: centros sanitarios de todo el mundo están recurriendo a nuevas tecnologías para aligerar la carga de trabajo, ya sea ayudando a acelerar los diagnósticos o permitiendo a los médicos monitorizar a los pacientes de forma remota.
Infervision, una start-up que diseñó una herramienta de inteligencia artificial para diagnosticar el cáncer de pulmón a partir de tomografías computarizadas, ahora la está utilizando para detectar la COVID-19. La lectura manual de una tomografía computarizada puede durar 15 minutos, la herramienta de Infervision puede procesarla en 10 segundos.
La start-up Tytocare ofrece a sus pacientes una serie de herramientas para realizar un examen remoto con su médico. El kit incluye un estetoscopio que permite al doctor escuchar el corazón y los pulmones del paciente y herramientas para enviar imágenes de sus oídos, garganta y piel.
También han sido utilizados drones policías para vigilar o apercibir a los ciudadanos que no respetaban las medidas del estado de emergencia, como ha ocurrido en el Paseo de los Ingleses de Niza, o como medio de transporte para trasladar pruebas médicas, como se hizo entre el centro de control de enfermedades del condado de Xinchang y el hospital del Pueblo. Y robots para limpiar, esterilizar o distribuir alimentos en hospitales y reducir así el contacto entre humanos.
La iniciativa, basada en el proyecto Semantic Scholar de AI2, utiliza el procesamiento del lenguaje natural para analizar los artículos científicos sobre el coronavirus, incluyendo el novedoso coronavirus que causa COVID-19. El objetivo es ayudar a los investigadores a analizar y comprender mejor un creciente conjunto de artículos académicos sobre el coronavirus. Como informó GeekWire el lunes, la tecnología ayuda a combatir la sobrecarga de información, facilitando a los investigadores la búsqueda de estudios relevantes. Esto podría conducir a nuevos conocimientos o enfoques para abordar el brote de COVID-19.
«En realidad, todo esto es muy práctico», dijo Eric Horvitz, director científico de Microsoft, explicando la motivación de la compañía para participar. «A la gente de nuestros altos dirigentes y a toda nuestra gente le importa mucho este tema. Es un tema importante para la humanidad en todo el mundo».
En este episodio del Health Tech Podcast, Alan Boyle de GeekWire, que cubrió la historia, explica el significado del anuncio, y lo que podría significar en la lucha contra COVID-19 y futuros brotes.
Fuentes: Geekwire, La Vanguardia