
El sector emprendedor europeo lleva días pidiendo a las autoridades tanto locales como europeas la aprobación de un plan de ayudas específicas para paliar los efectos de la crisis económica del coronavirus y dar una solución a la presente desigualdad en la que se encuentran, ya que las medidas que han establecido para pymes y autónomos, ya sea en términos de liquidez, garantía de suministros básicos, moratorias o prestaciones extraordinarias, son consideradas insuficientes.
Carta Abierta a las instituciones europeas
El pasado 3 de abril, todas las asociaciones europeas de Startups han firmado una carta abierta a la presidente de la Comisión Europea, la señora von der Leyen, con copia a los presidentes del Consejo de Europa, del Parlamento Europeo y del Banco Central Europeo, para pedir una mayor apoyo por parte de las instituciones europeas a las startups europeas como parte de la solución a la crisis creada por el COVID-19. Texto integral de la carta abierta.

El caso de España
En el caso de España, la Asociación de Startups ha creado una propuesta de medidas concretas al Gobierno ante el impacto del Covid-19 en la que exigen una respuesta contundente para mantener la actividad, la liquidez y el trabajo de las startups como están haciendo en otros gobiernos de la Unión Europea.
Sus propuestas han sido:
- Devolución inmediata (sin comprobación, pero sujeta a comprobación hasta su prescripción) de IVAs pendientes
- Flexibilizar requisitos para la monetización de deducciones de I+D en el Estado – Cash back.
- Bonificación de la cuota de autónomos societarios durante al menos 3 meses o mientras se recobre cierta normalidad económica.
- Flexibilizar tanto el proceso de concesión y suscripción, como la devolución de préstamos y créditos públicos.
- Aceleración del desembolso sujeto a comprobación posterior en caso de necesaria acreditación documental o de cumplimiento de hitos (gastos incurridos, factura, etc.)
- Igualar (cofinanciación al 50%): La inversión de socios actuales en capital (inversores o promotores) que se realice desde 1 de marzo hasta 30 de junio y hasta un límite X de importe.
Los anticipos de inversión que realicen inversores desde 1 de marzo a 30 de junio como anticipo de operaciones en curso, siempre que quede cubierta al menos un 25% de la financiación comprometida en ofertas o manifestaciones de interés (Cartas de Intenciones, MoUs, Term Sheets o similares) firmadas con anterioridad a 1 de marzo. - Establecimiento en la Disposición Adicional Cuarta del nuevo Real Decreto 8/2020 de 17 de marzo (suspensión de la liberalización de inversiones extranjeras) de un umbral de tamaño de las empresas afectadas. Propuesta: únicamente a sociedades que coticen en cualquier mercado de valores.
- Exclusión para empresas de base tecnológica de cumplimiento de criterios específicos de facturación o beneficios para dar cabida a startups (compañías que no tienen ratios económicos tradicionales).
Miguel Vicente, presidente de la asociación Barcelona Tech City, que representa a más de un millar de empresas del ecosistema barcelonés, señala “Pensamos que no se nos tiene en cuenta ni con las medidas ni en las ayudas económicas”, además también explica que duda de que la línea de avales del ICO acabe llegando a las startups. El sector también ve con muy malos ojos el veto a la entrada de una empresa extracomunitaria con más del 10% del capital de una compañía española. “La medida frena inversiones internacionales (especialmente de Estados Unidos), de las que se nutren muchas startups. Eso tiene sentido para grandes empresas; no para pequeñas”, lamenta Vicente. Ante esta situación, reclama que el Gobierno tenga en cuenta las especificidades de las empresas emergentes al redactar la normativa. Además pide que se inyecten más recursos a herramientas de ayuda que ya existen. Entre las propuestas que está trasladando al Gobierno, se encuentra la de duplicar el presupuesto de las ayudas de CDTI, Enisa o el mismo ICO.
El caso de Francia
Por otra parte, Francia se considera un líder en proactividad en lo que respecta al soporte de inicio, el Gobierno ya ha aprobado un plan de liquidez dotado con 4.000 millones de euros para ayudar a refinanciar los créditos, cerrar rondas de inversión pendientes y hacer frente a algunas cuestiones fiscales. Además, contarán con el PIA (Programa de Inversiones para el Futuro) y con el BPI (Banco de Pagos Internacionales). El primero financiará, con inversores privados, una dotación de 160 millones de euros destinada a financiar puentes entre dos eventos para recaudar fondos, corresponde a las nuevas empresas pedir, entre dos rondas, una extensión a los inversores. Este programa, que toma la forma de bonos con posible acceso al capital del solicitante, está destinado a nuevas empresas que estaban en proceso de recaudar fondos o que debían realizar uno en los próximos meses y que no han podido hacerlo. En cuanto al BPI, se trata de otra medida respaldada por la garantía de préstamos de 300 mil millones de euros adoptada en la ley financiera modificatoria.
El caso de Alemania
En el caso de Alemania, el Gobierno ya está preparado para el inicio de la entrega del paquete de ayudas basado en una inyección de 2.000 millones de euros para reflotar negocios tecnológicos, lo que aún no está claro, son las empresas que finalmente obtendrán el dinero y cuándo lo harán. Parte del dinero irá destinado a la financiación de startups más grandes a través de la división de fondos con capitales de riesgo, con una participación estatal de hasta un máximo del 70%, el dinero será proveniente del banco alemán KfW. Mientras que la otra parte del dinero irña destinada a startups más pequelas que no se pueden permitir financiación privada, este dinero será asignado a través de institutos de desarrollo regional, que recibirán dinero del gobierno federal para completar sus programas existentes.
Además, plantean crear un «fondo futuro» de otros 10.000 millones para grandes startups que presenten problemas en los próximos años. Según el ministro de Finanzas, Olaf Sholz, y el ministro de Economía, Peter Altmaier, el programa está diseñado específicamente para nuevas empresas que tal vez no puedan obtener el apoyo que necesitan de un paquete más amplio de medidas que el gobierno lanzó la semana pasada.
Pero en torno al programa están surgiendo numerosas quejas ya que a día de hoy, un mes después de haber anunciado el paquete, todavía no está claro de qué manera ni cuando se llevará a cabo la distribución del dinero. Según el presidente de la Asociación Digital Alemana de Bitkom, Achim Berg, este programa se hace con intención de ayudar a las startups pero aun carece de urgencia y estructura. La Asociación Alemana de Startups también se ha pronunciado al respecto, su presidente Christian Miele ha declarado que la ayuda ya no funcionará si se lleva a cabo demasiado tarde. Otro problema, en este caso para las startups que dependen del fondo de contrapartida es que no puede solicitar la ayuda directamente, es decir, dependen de sus inversores, por lo que muchas startups no están estables ni seguras en términos financieros a la hora de afrontar esta crisis.
El caso de Reino Unido
En el Reino Unido, las nuevas empresas tecnológicas están presionando al gobierno por un paquete de ayuda de emergencia para ayudarles a suavizar los efectos de la pandemia. El gobierno lanzó un plan de préstamos de £ 330 mil millones ($ 409 mil millones) y otras medidas de ayuda para evitar el colapso de las empresas, pero muchas de las empresas nuevas del país dicen que no pueden acceder a dicha financiación. Esto se debe a que tienen que demostrar que serían negocios “viables” si no fuera por la interrupción causada por COVID-19, lo que podría bloquear las empresas que se centran más en el crecimiento que en las ganancias.
El caso de Australia
En el caso de Australia, el Australian Innovation Collective ha hecho una solicitud «urgente y crítica» de apoyo del gobierno adaptada a las empresas de tecnología de alto crecimiento en Australia, la solicitud sugiere cambios estructurales más amplios para apoyar mejor a la industria, pero ante todo, requiere medidas temporales para ayudar a mantener vivas a las startups en el futuro, ya que todo el mundo enfrenta la recesión económica causada por COVID-19. Y, si bien los primeros dos paquetes de estímulo del gobierno han sido «rápidos y apropiados», la recuperación de la recesión económica de COVID-19 podría ser una oportunidad para impulsar la industria de la innovación en Australia. Además agregan que el estímulo para apoyar a las nuevas empresas tendrá un «impacto de largo alcance«, con innovaciones que también apoyan los sectores de salud, agricultura, energía, defensa y fabricación, entre muchos otros.
Fuentes: La Vanguardia, Asociación Startups, Bloomberg, CNBC, FR24 News, Smart Company, Linformaticien, Sifted