La programación se ha convertido en el “idioma universal” para conseguir los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas para el Milenio.

Hoy (viernes 23 de octubre) se cierra la tercera edición de la conferencia mundial sobre educación, tecnología e innovación: enlightED Virtual Edition 2020. Un gran éxito para los organizadores como Fundación Telefónica o el Instituto de Empresa entre otros; pero sobre todo, para una comunidad educativa cada más grande, y donde la innovación y la transformación están a la orden del día.
“La educación es el camino, no el objetivo. La educación y la cultura son el pasaporte hacia el futuro”, “La Educación es el futuro del crecimiento de la humanidad” lanzaron algunos de los ponentes de la conferencia. Fuera de cualquier dogma, esta edición virtual de enlightED y la situación actual por la crisis del COVID19, han puesto de relieve la importancia de la tecnología en el mundo de la educación y en especial de la programación.
La programación se ha convertido en el nuevo lenguaje que deberán dominar las futuras generaciones – como es el inglés – para poder resolver problemas cada más complejos, como por ejemplo son los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) del Milenio de las Naciones Unidas.
Coding is everywhere
Cada uno de los 17 ODS van a suponer millones de estrategias por diseñar y decenas de millones de acciones a poner marcha por parte de los ciudadanos y las empresas del mundo entero. La tecnología va a jugar un papel esencial, y en especial, la programación que está presente (o lo estará) en todas partes.
No existe sector de actividad donde la programación no esté presente… desde la sanidad, a la educación, a los procesos industriales, a la logística, a la banca, hasta en las disciplinas más creativas.
La previsión más optimista prevé que solo Europa va a necesitar por encima de 1,6 millones de programadores para el año 2030, lo equivalente a la ciudad de Barcelona. ¿Cómo vamos alcanzar este objetivo tan importante?
La programación será una asignatura troncal
Desde luego, asumiendo que la asignatura pendiente de todo el sistema educativo en Europa es el coding o la programación, desde la más tierna edad hasta la formación continua. Al igual que los idiomas, cuando antes mejor.
El aprendizaje de la programación desde la infancia permite generar vocaciones futuras y aptitudes positivas hacia la lógica, y sobre desvincularla de las materias más científicas.
Iniciativas como Code.org, una ONG dedicada a ampliar el acceso a las ciencias de la computación en las escuelas con cursos utilizados por decenas de millones de estudiantes y más de un millón de profesores, muestra que existen contenidos, materia prima y voluntad, para que la programación sea una asignatura troncal como la lengua, las matemáticas o la historia.
El propio CEO, Hadi Partovi declaraba ayer en enlightED que «los profesores de lengua son los futuros profesores de informática porque existe una gran similitud entre las dos asignaturas.”
Asimismo, según Hadi Partovi, en una recién encuesta realizada a niños entre 5 y 12 años en los Estados Unidos, la programación era la tercera asignatura preferida después de Música y el Baile. Los niños se apasionan por la informática.
Aprender a aprender, la base de la programación
Sin lugar a duda, esos niños serán los protagonistas de la segunda parte de este siglo y serán ellos quienes seguirán con los desafíos de los ODS. Y muchas acciones serán la creación de nuevas soluciones tecnológicas y de empresas que necesitarán programadores. Esos mismos necesitarán seguir aprendiendo a lo largo de su carrera profesional por los cambios constantes en el mundo de la tecnología. Aprender a aprender será clave.
Para ello, Telefónica a través de Fundación Telefónica puso en marcha en septiembre 2019 un proyecto de educación disruptiva llamado 42 en su sede de Madrid. Un campus para el aprendizaje en programación, abierto a cualquier persona sin requisito previo algún, totalmente gratuito y basado en el aprendizaje por pares (Peer2Peer Learning). El año que viene está prevista la apertura de otros 3 campus, que ampliarán la capacidad de aprender a aprender.
Desde Fellow Funders creemos que las empresas que adopten criterios ESG supondrá un uso intensivo de la tecnología y claramente la necesidad de poder disponer de talento tecnológico como los programadores.
Sin lugar a duda, parafraseando a Josefina Aldecoa, la programación será “el andamio del mundo”.

Equipo Fellow Funders