En Fellow Funders estamos comprometidos con un mundo emprendedor más accesible para ellos y para ellas. Por ello, en las últimas fechas hemos estado conversando con algunas de las mujeres que lideran proyectos que se han financiado exitosamente con nosotros. Una de ellas es Mayte Pardo, gerente de Althaia, que es un claro ejemplo de que el acceso al mundo de las bebidas alcohólicas no está restringido a los hombres.

– ¿Por qué decidiste ser emprendedora?
Es una decisión que salió sola vistas las circunstancias. En mi caso, fue apoyar a mi compañero, que también es mi pareja, cuando se embarcó en el proyecto de la cerveza artesana. Yo tenía ya una experiencia previa en bodegas, y vi que necesitaba ayuda. Así empezó todo. Al final, mi puesto acabó siendo necesario. Pasamos a formar la ESL, y una cosa llevó a la otra.
–En España, las mujeres suponen un 19 % del total de emprendedores. ¿A qué crees que se debe esta brecha?
Lo más difícil de emprender es tener financiación, capacidad económica para poder empezar. Y no dejar de lado algo en lo que la sociedad va avanzando poco a poco, pero sin llegar al punto en el que las mujeres disponemos de tiempo para el trabajo. Yo noto que todavía, por desgracia, somos cuidadoras en la familia y en casa. Eso complica mucho ser emprendedor, porque precisamente para emprender hay que dedicarse 100% a ello. Creo que hace falta valor. Creo también que por desgracia en la sociedad no compartimos las tareas al 100% en la familia. Hay que ser un poco más valiente y decidir apostar más por tu empresa o de una manera importante, sin dejar de lado lo demás.
–En Europa, este porcentaje es similar. En cambio, fuera de Europa, las mujeres suponen un 27 % del total de emprendedores. ¿Qué crees que ocurre en Europa?
Creo que ese dato habría que estudiarlo un poco mejor, y que probablemente haya diferencias entre países de Europa del Norte y Europa del Sur. Creo que las políticas sociales también tienen mucho que ver. Y, como te comentaba, creo que hay mucho que avanzar a nivel social. Que en el núcleo familiar si los dos trabajan, los dos tienen el mismo grado de importancia. Y probablemente también los apoyos que haya al respecto. Cuando uno es emprendedor es autónomo también. Y a ese nivel en España ayudan poco.
– ¿A qué crees que le dan más importancia los inversores: a las cifras de la empresa o al discurso del CEO? ¿A cuál de los dos crees que se le debe conceder más importancia?
Al final, el CEO va a ser el pilar de la empresa. Los fundadores de la empresa son quienes van a dirigir el barco. Si no te genera confianza como está presentando esa persona, probablemente no la vas a ver capaz de llevar adelante ese trabajo, porque efectivamente hacen falta una cierta fuerza interior y ganas que están ahí, y que se tienen que notar. A mí siempre me ha tocado buscar financiación, pero si algún día voy a invertir, por supuesto me voy a fijar mucho en la personalidad de quien está presentando. Que sea una persona capaz y con iniciativa, porque ya sabemos que después de conseguir financiación viene lo difícil. Nosotros, ahora que hemos alcanzado la financiación es cuando nos hemos encontrado con la realidad. ¿Cómo hay que hacerlo? Se trata de hacerlo lo mejor posible y que esto funcione.
–Según estudios, las mujeres tienen menor probabilidad de conseguir financiación de inversores que valoran más el discurso que los propios datos de la empresa, sobre todo cuando los inversores son hombres. ¿Estás de acuerdo con esta afirmación? ¿A qué crees que se debe esto?
A nivel laboral, me he encontrado con más problemas en valorarme con quienes estaban al mismo nivel que yo, y estaban apostando por lo mismo que yo, porque antes de emprender he trabajado en otros ámbitos. En ese sentido, creo que lo que hay que hacer es romper esas barreras. No es que no existan. Pero, si cuando tú te presentas y vas a hablar de tu proyecto ignoras lo que ha ocurrido antes en la sociedad, creo que se puede solventar. Hay que pasar por encima. Cuando una mujer hace una presentación, si tiene esas dudas que llevamos detrás en la mochila de la historia, se va a ver en la presentación. Por tanto, lo mejor es quitarse esa mochila, que no tiene nada que ver ni con nosotras ni con la realidad. Hacer un buen trabajo, y en este caso creo que una gran mayoría de los inversores lo van a poder ver. ¿Qué luego siempre hay alguien que tiene sus prejuicios? Sí, pero yo creo que a nivel individual no es algo que haya que mirar. A nivel social ya entramos en otros conceptos políticos y etcétera. Pero, a nivel individual y a nivel de empresa, hay que obviar aquello que no te deja avanzar y mirar hacia adelante.
–Aunque ya has mencionado algunos consejos, ¿qué le recomendarías a una mujer emprendedora a la hora de realizar un discurso de presentación de su proyecto?
Una vez que nos vemos iguales, el resto de los consejos que te puedan dar son los mismos para hombres y mujeres. Hay que ser capaces, tener las ideas claras y saber que no todo va a salir como lo tenías previsto. Debes tener cierta capacidad de improvisación. Pero, más allá de eso, lo más importante es tener claro tu objetivo e ir a por él a pesar de todo. Y, cuando alguien te hace un comentario negativo que no te va a aportar nada, lo mejor es ignorarlo.
-Me has comentado que entraste al negocio con tu pareja. ¿Alguna vez has sufrido un caso en el que un posible inversor o alguien relacionado con la empresa te haya pedido hablar con tu pareja en vez de contigo?
Sí que los he tenido, pero en los niveles más bajos. Esta es una fábrica a la que vienen camiones y somos un equipo relativamente pequeño. A veces viene un camión y hay que mover el palé; y a esos niveles hay casos en los que no te ven capaz, y te preguntan si tienes algún compañero que pueda moverlo, aunque tú puedas hacerlo perfectamente. Pero en la distribución y niveles más altos no me encuentro estos problemas, porque mi actitud no da opción a que los haya.
– Trabajas en el sector de las bebidas alcohólicas. Es un sector que, aunque poco a poco vaya cambiando, tradicionalmente ha estado asociado a los hombres. ¿Te ha supuesto esto problemas en tu día a días?
Creo que es algo que tiene que ver con mi generación. Yo soy miembro de una asociación internacional llamada Pink Boots Society. Es una asociación de mujeres cerveceras que busca romper y acortar cada vez más esa brecha, y hacer de la cerveza algo global. Trabajamos muy activamente y hacemos eventos en los que hablamos y nos presentamos. Internamente, apoyamos con estudios. Conseguimos fondos, y con ellos damos becas de estudios para mujeres. Intentamos animar para que cada vez más mujeres decidan dedicarse a esto.
– En tu ronda de inversión con Fellow Funders conseguiste alcanzar la meta fijada. ¿Has tenido el mismo éxito recurriendo a otras fuentes de financiación?
Es la primera vez que buscábamos financiación. Ahora que estamos metidos en el proyecto, no descartamos buscar nuevas formas de financiación. Pero esta era la primera vez que lo intentábamos, y estamos muy contentos con el resultado.
– A diferencia de otras fuentes de financiación, las mujeres tienen mayor probabilidad de éxito que los hombres a través del crowdfunding. ¿A qué crees que se debe esto?
Solemos estar muy formadas, y cuando nos vamos a presentar lo tenemos todo preparadísimo. Estamos acostumbradas a que se nos juzgue más severamente y se nos ponga en duda. Por tanto, creo que es posible que se note que, cuando estamos presentado, ya está demostrado que somos sobradamente capaces.
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