Entre 1715 y 1720, el célebre poeta inglés Alexander Pope se encontraba escribiendo la traducción al inglés de “La Ilíada”. Sin embargo, se enfrentaba a un problema: no contaba con los recursos necesarios para publicarla. Entonces ideó un modelo de preventa por el que le ofrecía a la gente la posibilidad de aportar cierta cantidad de dinero para ayudarlo a publicar el primer volumen. A cambio, estos “inversores” recibirían una copia cuando esta estuviera publicada, y además verían su nombre en el saludo inicial. Sin ser consciente de ello, Pope había creado el Crowdfunding.

De Viena a Nueva York
El siguiente caso de financiación colectiva conocido es el de Mozart. Aunque en la actualidad sea un artista mundialmente reconocido, este compositor nacido en 1756 se enfrentó a grandes dificultades económicas a lo largo de su carrera. Tanto es así que tuvo que recurrir a sus seguidores para interpretar tres de sus conciertos en un auditorio de Viena. A cambio, imprimió los nombres de sus “patrocinadores” en el manuscrito original.
Si nos vamos al siglo XIX, encontramos el que seguramente sea el caso más conocido de financiación colectiva antes de que esta fuera reconocida como tal. En 1884, el célebre periodista Joseph Pulitzer promovió una campaña para financiar el levantamiento de uno de los monumentos más visitados del mundo actual: la Estatua de la Libertad. Para obtener los 125.000 dólares que necesitaban, decidieron vender reproducciones de la estatua en miniatura por precios situados entre uno y cinco dólares.
El Crowdfunding después de Internet
Estos hitos forman parte de lo que podríamos denominar como la “prehistoria” del Crowdfunding. Como en muchas otras áreas de la economía, el cambio de era lo ha marcado Internet. Este permitió a la banda británica de rock Marillion financiar su gira por Estados Unidos en 1996 gracias a las aportaciones de sus fans. El montante final recaudado fue de 60.000 dólares, y el grupo dedicó un agradecimiento a todos estos seguidores en la portada del disco. Este es el primer caso de Crowdfunding moderno, si bien todavía no se había acuñado este término.
El caso de Marillion inspiró a la empresa ArtistShare, que en el año 2000 se convirtió en la primera plataforma dedicada al Crowdfunding. Seis años después, Michael Sullivan acuñó por primera vez el término Crowdfunding en un artículo. Fue en 2008 cuando acudimos por primera vez a una campaña de Crowdfunding sin precedentes: la del candidato demócrata a la Casa Blanca, Barack Obama. Este hito marcó un boom en la financiación colectiva, provocando la aparición de múltiples plataformas.
La historia de Fellow Funders
Una de ellas es Fellow Funders, plataforma de Equity Crowdfunding nacida en 2016. Llevamos, por tanto, cuatro años en un mundo que existe desde hace cuatro siglos. Sin embargo, las múltiples experiencias vividas y proyectos financiados bien darían para escribir nuestra propia historia.
Desde nuestra primera startup financiada, Worktel, hasta la última, Grey Glasses, son ya más de treinta las rondas de financiación en las que hemos participado. El Equity Crowdfunding es un modelo específico de financiación colectiva que aporta participaciones a los inversores. Sin embargo, estas diferencias no nos hacen renunciar al espíritu de Pope, Mozart, Pulitzer, Marillion y Obama. Todos ellos fueron capaces de ver en la financiación colectiva la llave del éxito para sus proyectos. En Fellow Funders también sabemos que un modelo de financiación alternativo es posible gracias al Crowdfunding.
Artículos relacionados