Si quieres que tu startup vuele alto… asegúrate de tener una buena pista de despegue

Toda persona que haya un cogido un vuelo sabe que hay ciertos momentos “críticos” en los que las luces de los cinturones se encienden y los pasajeros se agarran con fuerza a sus asientos. El primero de ellos es el despegue. Antes de iniciar la maniobra, los azafatos indican las instrucciones de seguridad y los viajeros más asustadizos se aseguran de que haya ningún fallo en el avión. Sin embargo, nadie se fija en el elemento que realmente hace posible que el avión alce el vuelo y los pasajeros sus cabezas con alivio: la pista de despegue.  

Que el avión pueda alcanzar la velocidad necesaria para levantar el vuelo depende, sobre todo, de la longitud de la pista de despegue. Algo similar a lo que pasa en el mundo de la aviación sucede en el de las startups. Para hacer despegar tu negocio es imprescindible contar con una buena pista de despegue o runway, como la llaman los ingleses. Tanto es así que el segundo motivo más frecuente por el que las startups fracasan (un 29 % del total de los casos) es quedarse sin runway. 

El runway ideal

Por tanto, es fundamental que el emprendedor sepa cuál es su runway cuando se embarca en un proyecto. La fórmula para calcularlo es muy sencilla. Primero se determina el net cash burn mensual, que es el resultado de restar los ingresos brutos mensuales previstos a los gastos. Después se divide el capital disponible entre el net cash burn y se obtiene el runway. 

¿Y cuál es el runway óptimo? Los expertos suelen coincidir en que este debe ser de unos 18 meses. De ellos, los primeros 12-15 meses servirían para que la empresa “coja velocidad”. El resto se emplearía para “despegar” hacia el siguiente nivel a través de una nueva ronda de financiación. No obstante, ni todos los aviones ni todas las startups son iguales, y la longitud óptima de óptima del runway dependerá de las características del negocio. Por ejemplo, al igual que los aviones grandes necesitan runways más largas, las empresas ya consolidadas que buscan financiación para expandirse tienden a requerir runways más grandes para alcanzar sus metas. 

Sea mayor o menor, es fundamental para el emprendedor definir un runway óptimo. Uno demasiado corto conlleva un elevado riesgo de fracaso. Por su parte, una ronda de financiación excesiva puede provocar expectativas demasiado altas y difíciles de cumplir, y en el futuro hará el proyecto menos atractivo para los inversores potenciales. 

¿Y si no se consigue la financiación necesaria para tener un runway óptimo? Al ser el runway el resultado de dividir el capital disponible entre el net cash burn, existe otra manera de alargarlo: reducir el net cash burn. Existen múltiples maneras de reducir costes para un negocio que está empezando. Algunas de ellas son utilizar espacios de oficina compartidos, ampliar la plantilla con becarios o automatizar el trabajo lo máximo posible.  

Por último, al determinar el runway es importante tener en cuenta que las previsiones no siempre se cumplen y durante el proceso pueden aparecer diversos imprevistos. Un runway óptimo debe dar a la startup margen para maniobrar en las condiciones más adversas. Una vez tengas el runway que necesita tu startup, esta podrá despegar y volar alto. 

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