Desde el inicio de la pandemia, los políticos se han afanado en proclamar que el coronavirus no entiende ni de fronteras, ni de razas… ni de géneros. Si bien esta afirmación es cierta desde un punto de vista sanitario, en el mundo del emprendimiento se está observando que las consecuencias económicas sí que están variando según el género. Una vez más, las emprendedoras son las peor paradas, tal y como demuestra un informe realizado conjuntamente por Entrepreneurs Network y Barclays.

Diferencias que vienen del pasado
Según el estudio, solo uno de cada tres negocios en Reino Unido fue fundado por una mujer. Y es precisamente esta tercera parte de los negocios la que está sufriendo un mayor impacto negativo tras la pandemia. Atendiendo a los datos, los negocios fundados por emprendedoras tenían una probabilidad dos veces mayor que los fundados por hombres de enfrentarse a rupturas significantes, como el cierre del local o el retraso en el lanzamiento de un producto.
¿Cuáles son los motivos de que la brecha de género se esté agrandando? El primer problema es la financiación. Ya antes de la crisis, solo un 13% de la inversión acababa en negocios creados por mujeres. Es lógico, por tanto, que las startups más afectadas por la crisis sean las fundadas por emprendedores, que cuentan con menos fondos.
Otro motivo está relacionado con el papel doméstico que ha desempeñado la mujer tradicionalmente. La pandemia trajo el confinamiento, y en este contexto muchas mujeres se han visto forzadas a tomar las riendas de sus casas antes que de sus empresas. Antes de la pandemia, las madres trabajaban un 80% de las horas que trabajaban los padres. Durante el confinamiento, esta tasa descendió a un 70%.
Las consecuencias económicas del coronavirus no solo entienden de géneros. También entienden de sectores. Y aquí las mujeres se han vuelto a ver perjudicadas. Estas tienen una mayor presencia en sectores como el comercio, la hospitalidad o el ocio, que han sufrido gravemente los efectos de la pandemia. En cambio, la presencia femenina en startups basadas en la tecnología, que son las que han vivido un mayor desarrollo este año, se reduce a un 28%.
La importancia de recortar la brecha
No todo son malas noticias para las emprendedoras. Según el estudio de Entrepreneurs Network, en septiembre un 60% de los negocios dirigidos por mujeres ya habían vuelto a su actividad normal sin sufrir graves rupturas. En este contexto, reinventarse es clave. Así lo hizo CMe Media, una agencia de marketing que perdió ingresos cuando los espacios publicitarios perdieron valor, pero que se ha recuperado gracias al desarrollo de nuevos planes de pago. Según el citado informe, son necesarias más medidas gubernamentales para combatir la brecha. Publicar estadísticas sobre el género de los emprendedores o diseñar nuevos esquemas de apoyo a los negocios son algunas de ellas.
Al igual que en muchos otros aspectos de la economía, el coronavirus ha tenido un impacto negativo en la brecha de género. En los últimos meses, esta se ha agrandado, rompiendo la tendencia convergente de los últimos años. Y es que, si bien el coronavirus no entiende de géneros, la economía sí lo hace. Por tanto, es necesario que las emprendedoras sean capaces de reinventarse y que cuenten para ello con ayudas gubernamentales. Para superar esta crisis será necesario apoyar a todos los emprendedores… y emprendedoras.
Fuente: Sifted
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