
El 22 de diciembre de 2022 entró en vigor la nueva Ley de Startups. Esta norma es la primera que está dedicada de manera específica para apoyar la creación de un ecosistema emprendedor e innovador en Europa.
Una de las grandes novedades de esta ley son los incentivos fiscales, ya que con ellos se quiere promover el crecimiento de las empresas emergentes. Además de apoyar la innovación y la inversión, los instrumentos públicos que dan apoyo a las startups y la colaboración público-privada para su crecimiento.
Objetivos de la ley
El principal objetivo de esta ley es el impulso de la creación y crecimiento de nuevas empresas emergentes y con ello, fomentar la innovación. Sobre todo, centrándose en las pequeñas y medianas empresas.
Pero existen otros objetivos que forman parte de esta ley, como el de conseguir captar talento y capital internacional para el desarrollo del ecosistema emprendedor. También se centra en estimular la inversión pública y privada de las startups. Además de favorecer las relaciones entre empresas, agentes financiadores y territorios. Por último, promueve el sistema estatal de ayudas al emprendimiento basado en la innovación.
Modificaciones de la ley
Una de las principales modificaciones de esta ley es la definición de startups, además del aumento de facturación de 5 a 10 millones de euros. Ahora se considera startup a las empresas que no superan los cinco o siete años de antigüedad (dependiendo del sector estratégico), que no coticen en bolsa y no distribuyan dividendos. Su sede o domicilio social debe estar establecido en España y como mínimo un 60% de su plantilla debe estar contratada en España.
Según esta nueva ley, las startups deberán demostrar su carácter innovador, es decir, su desarrollo de productos y/o prestaciones de servicios nuevos o mejorados. También fomentará la agilidad administrativa consiguiendo de forma telemática la verificación de las empresas como startups. El conocimiento también se verá favorecido, ya que se buscará la mejora del intercambio de conocimiento con una regulación general y pruebas controladas.
Beneficios e incentivos fiscales
Una de las mayores modificaciones que la ley trata es sobre los beneficios fiscales para empresas de nueva o reciente creación. Esto lleva cumplir su principal objetivo, impulsar el emprendimiento y la innovación del país.
- Reducción del Impuesto sobre Sociedades y del Impuesto sobre la Renta de No Residentes de tipo general: disminuyendo del 25% al 15% en los primeros cuatro ejercicios desde que la base imponible sea positiva.
- Stock options: siendo uno de los puntos más reclamados para esta ley, se basa en la entrega de acciones o participaciones a los trabajadores de las startups. Por ello, esta herramienta es una de las mejores para captar y retener talento, objetivos principales de esta ley. Se ha elevado este importe de exención fiscal en la ley desde 12.000 a 50.000 euros anuales.
A parte, se permite adquirir por parte de la empresa y de forma voluntaria sus propias participaciones en autocartera con la exclusiva finalidad de ejecutar un plan de retribución. Deducción por inversión en empresas de nueva creación: los beneficios fiscales dirigidos a atraer inversores es otro punto importante de esta ley. Esta amplia la base máxima de deducción por inversión en nuevas empresas o de reciente creación, pasando de 60.000 euros a 100.000 euros anuales. Aumentando así el tipo de deducción de un 30% a un 50%.
Por último, la ley eleva de forma general de tres a cinco años el plazo para suscribir las acciones o participaciones desde la constitución de la entidad. Para determinadas categorías de startup se aumentará hasta siete años. Se permitirá la aplicación de esa deducción para los socios fundadores independientemente de su porcentaje de participación en el capital social de la compañía.
- Régimen fiscal para trabajadores desplazados (Ley Beckham): con esto se reducirá el periodo para optar al régimen especial de trabajadores desplazados, pasando de 10 a 5 años. Este régimen incluye a los nómadas digitales que se desplacen a España y los inversores, emprendedores y administradores de compañías españolas.
Estos nuevos incentivos fiscales atraídos por la nueva Ley de Startups han supuesto una importante revolución para muchos emprendedores, inversores y empresas.